Autores: C. Vega Vega, E. Navarro Escayola
Introducción-Objetivos
Se disponen de pocos datos publicados sobre las víctimas de agresión sexual facilitada por drogas de abuso, y qué diferencias presentan respecto a las víctimas de otras formas de agresión sexual. La mayoría de los estudios recogen un retraso en la demanda de asistencia sanitaria y una menor probabilidad de presentar denuncia, que dificultan su estudio. El término DFSA Drug facilitated sexual assault, acuñado por la literatura anglosajona, hace referencia a las agresiones sexuales cometidas mediante el uso de sustancias psicoactivas consumidas tanto voluntaria como involuntariamente, siendo lo determinante, la afectación de la capacidad de consentimiento. A pesar de no ser un fenómeno nuevo, se ha observado un incremento de casos a partir de la década de los noventa, lo que ha propiciado su estudio en diferentes países.
Material y Método
En este trabajo se realiza un estudio descriptivo retrospectivo, de agresiones sexuales con sospecha de posible DFSA, valoradas por el médico forense, en el Instituto de Medicina Legal de Alicante, entre los años 2009 a 2012, ambos inclusive. Se recogieron muestras de sangre y orina para la realización de estudios toxicológicos, y muestras con hisopos para estudios biológicos.
Resultados
Se han valorado un total de 179 agresiones sexuales, de las que en 19 casos existe la sospecha de posible DFSA (10.6%), identificados según los criterios del estudio Delphi y el protocolo de actuación en agresiones sexuales, elaborado en IML de Alicante en el año 2010. La casi totalidad de las víctimas eran mujeres (97%), con edades comprendidas entre 14-37 años.
Conclusiones
Se observa un incremento en la incidencia de las agresiones sexuales con sospecha de DFSA a lo largo de los años que de 2 casos en el año 2009 han pasado a 8 en el 2010. El tiempo medio transcurrido entre la agresión y la toma de muestras fue de 18.26 horas. Encontramos un predominio de casos, los sábados (26%) y domingos (32%). La mayoría ocurren por la noche, en el propio domicilio de la víctima (47.4%), la calle (26.3%) o en un hotel (15.8%). En más de la mitad de los casos hubo penetración vaginal (58%), desconociendo la víctima si hubo eyaculación (63.2%) o si el agresor utilizó preservativo (53%). Las víctimas presentaban menor incidencia de lesiones físicas que en los otros casos de agresión sexual, lesiones extragenitales en el 47%, y lesiones genitales en el 21%. No se han registrado casos con lesiones psíquicas. Ninguna de las víctimas precisó ingreso hospitalario. El tiempo de curación máximo fue de 15 días, no estando impedidas para la realización de su ocupación o actividad habitual, y la curación fue sin secuelas.