Autora: Susana Mohíno Justes
Introducción – Objetivos:
La atención al paciente se debe establecer sobre la base del respeto a la dignidad humana y a la promoción de los derechos humanos. Todas las declaraciones sobre derechos humanos (O.M.S., Declaración de las Naciones Unidas) indican que la contención mecánica (CM) es un método extraordinario con finalidad terapéutica. El objetivo fundamental del presente trabajo es establecer los criterios bioéticos más recomendados en la literatura acerca de la CM.
Material y Métodos:
Se realizó una búsqueda en la base de datos Medline y en guías, protocolos y recomendaciones de organizaciones internacionales como la ONU, el Defensor del Pueblo, el Síndic de Greuges, sociedades científicas y asociaciones como la Sociedad Española de Neuropsiquiatría y comités como el de Bioética de España y el de Cataluña, entre otros. Se ha revisado la regulación legal: Decreto Foral 221/2011, de 28 de septiembre, por el que se regula el uso de sujeciones físicas y farmacológicas en el ámbito de los servicios sociales residenciales de la Comunidad Foral de Navarra y normativas internacionales, estatales y autonómicas aplicables sobre todo en la información, el consentimiento y la documentación.
Resultados:
Pocos estudios abordan consideraciones bioéticas en el uso de medidas coercitivas como la CM. El principio de autonomía es el más afectado en la CM y entra en conflicto con el principio de beneficencia, por la necesidad de proteger al paciente incompetente mentalmente de dañarse a sí mismo restringiendo su autonomía. La aplicación de la técnica debe estar protocolizada con participación de los Comités de Bioética. La asistencia debe ser continua y con la máxima consideración. La aplicación de CM será por el tiempo estrictamente necesario. Las CM deberán ser registradas. Cualquier CM exige el consentimiento del paciente excepto ante una urgencia vital, riesgo para la salud pública o que el paciente no esté en condiciones de decidir.
Conclusiones:
La CM debe evitarse promoviendo medidas preventivas para evitar las consecuencias negativas de episodios de agitación, desorganización conductual y priorizando la dignidad y la seguridad de los pacientes. Es necesaria la reflexión y las consideraciones bioéticas en el uso de medidas coercitivas y en la formación. Futura investigación debe abordar los diferentes dilemas éticos en diferentes modalidades de coerción en diferentes contextos clínicos y estudiar las opiniones de la ciudadanía y de los pacientes.